Situada en el corazón de Cantabria, Torrelavega es una ciudad que sorprende al visitante por su ambiente auténtico, su cercanía con la naturaleza y su fuerte tradición comercial y gastronómica. Aunque a menudo eclipsada por destinos más conocidos como Santander o Santillana del Mar, Torrelavega guarda su propio sabor… y nunca mejor dicho.

Si estás planeando una escapada por la zona, aquí te proponemos una ruta de un día por Torrelavega y alrededores, con todo lo que no puedes perderte: lugares con historia, rincones con vida local, y por supuesto, el mejor hojaldre artesano de la región.

Por la mañana: un paseo por el corazón de Torrelavega

Empieza el día en el centro neurálgico de la ciudad

Plaza Mayor y Mercado Nacional de Ganados

Empieza el día en el centro neurálgico de la ciudad: la Plaza Mayor, rodeada de comercios, cafeterías y ambiente local.

A pocos pasos está uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: el Mercado Nacional de Ganados, conocido como "La Feria", uno de los más importantes de España.

Iglesia de la Virgen Grande y Parque Manuel Barquín

Desde allí, un paseo te lleva a la Iglesia de la Virgen Grande, de arquitectura moderna, y al Parque Manuel Barquín, un pulmón verde ideal para desconectar. Si vas con niños, es una parada imprescindible.

Parada obligatoria: Confitería Blanco

No puedes visitar Torrelavega sin probar uno de sus tesoros gastronómicos más reconocidos: el hojaldre artesano. En plena ciudad, a solo unos pasos del centro, encontrarás nuestro obrador, fundado en 1898 y que desde entonces se ha mantenido fiel a sus recetas tradicionales. Aquí el hojaldre no es solo un dulce: es una herencia, elaborada con mimo, capas finísimas y ese crujiente que solo lo artesanal puede lograr.

Por la tarde: un salto a los alrededores

Cartes y su calle empedrada A solo 10 minutos en coche está Cartes, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Su calle empedrada principal, flanqueada por casonas blasonadas y flores en los balcones, es perfecta para una caminata con encanto.

Santillana del Mar y Altamira Si dispones de más tiempo, puedes acercarte a Santillana del Mar (a 20 minutos), conocida como “la villa de las tres mentiras” porque ni es santa, ni llana, ni tiene mar… ¡pero es preciosa! Muy cerca están las Cuevas de Altamira, una visita cultural imprescindible para amantes de la historia y el arte rupestre. Y si te gusta el senderismo… La zona ofrece muchas rutas verdes entre prados, bosques y costa.

Suances y su paseo marítimo Y si lo tuyo es el mar, en apenas 20 minutos puedes plantarte en Suances, uno de los destinos costeros más populares de Cantabria. Sus playas, como La Concha o Los Locos, son ideales para una caminata al atardecer o para tomar algo frente al Cantábrico. Un complemento perfecto para cerrar el día con vistas al mar.

Desde Torrelavega puedes acceder fácilmente a parajes como el Parque Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón, el Nansa o los tramos costeros de Suances o Comillas.

Torrelavega, un destino gastronómico donde el hojaldre ocupa un lugar destacado en su patrimonio culinario. Se ha convertido en reclamo turístico, producto de ferias, concursos y regalos típicos de la región. En un mundo donde lo artesanal se valora cada vez más, el hojaldre de Confitería Blanco representa más de 125 años de tradición pastelera cántabra. El secreto está en la masa trabajada a mano, sin prisas, con ingredientes de calidad y el saber hacer que solo el tiempo y la experiencia pueden dar. Así, visitar Torrelavega es también saborear una parte de su historia.

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