Un visionario de la repostería
Ángel Blanco, el visionario que en 1.929, durante su visita a la Exposición Universal de Barcelona de 1.929, adquirió la primera cámara frigorífica que, para uso de la confitería, se instaló en Torrelavega. Hasta entonces, ningún otro maestro artesano se había planteado una alternativa mejor que el tradicional pozo para refrescar la mantequilla. Pero la repostería de alta cocina, por entonces en pleno auge, estaba entrando, con Ángel Blanco como abanderado, en una nueva era.
El devenir de Confitería Blanco está íntimamente ligado a la mente inquieta de nuestro fundador. El mismo que, como atestigua una carta que envió a su amigo Pedro García, se propuso concebir “algo nuevo y original relacionado con el hojaldre”. Una creación que, a la postre, logró convertirse en el dulce típico de Torrelavega y a la que llamó “Polka”, la danza popular surgida en Bohemia, en la actual República Checa, a la que era, como su ya citado amigo vitoriano, muy aficionado. La Tarta de Hojaldre Almendrada es otra especialidad de la casa con la firma de Ángel Blanco, el primero de los muchos maestros artesanos que nos han permitido seguir elaborando, más de un siglo después, uno de los mejores hojaldres del mundo.