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El mes de noviembre no solo marca la transición hacia días más frescos, sino que también lleva consigo una tradición profundamente arraigada: el Día de Todos los Santos. ¿Cómo podemos añadir el toque especial a estas festividades?
El Día de Todos los Santos, celebrado el 1 de noviembre, es una festividad que honra a los difuntos. En Cantabria, esta celebración va más allá de ser simplemente un día de recuerdo; es una ocasión para unirse en familia y amigos, compartiendo momentos especiales y deliciosas tradiciones culinarias.
En Confitería Blanco, con el legado y compromiso con la calidad, despertamos el espíritu festivo con los dulces típicos:
Polkas (Corbatas)
Las Polkas de Confitería Blanco, una deliciosa delicatesen de hojaldre que se deshace en la boca. Creación de Ángel Blanco, son un homenaje a la destreza artesanal y el amor por los sabores auténticos.
Huesos de santo
Los huesos de santo son un exquisito manjar que se destaca en la repostería tradicional española. Estos dulces, con forma cilíndrica y rellenos de mazapán, son una oda a la maestría de los confiteros que han perfeccionado esta receta a lo largo de generaciones. La textura delicada del mazapán y el sutil sabor a almendra hacen de los huesos de santo una deliciosa y simbólica tradición que cautiva paladares con cada bocado.
Buñuelos de viento
Pequeñas esferas de masa frita, son un regalo culinario que ha trascendido fronteras y se disfruta en diversas culturas. La masa, preparada con ingredientes simples como harina, huevos y levadura, se fríe hasta obtener una textura dorada y esponjosa. Estos pequeños bocados de aire se endulzan con azúcar y canela, y se rellenan de nata o crema pastelera; creando una armonía de sabores y texturas que deleitan los sentidos. Así son nuestros buñuelos.
Reúnete con la familia y prepara la mesa festiva
El Día de Todos los Santos es un momento para reunir a la familia alrededor de una mesa abundante y acogedora; es por eso que se preparan platos auténticos y tradicionales. En Cantabria, por ejemplo, es típico el cocido montañés o el marmitako.
Además, se suele añadir algún toque decorativo, típico también de la cultura local, como mantelería con motivos tradicionales y centros de mesa inspirados en la naturaleza.
Por supuesto no puede faltar el postre, la pieza central de la mesa. Quesadas, sobaos, polkas, buñuelos, huesos de santo… son los más esperados para estas fechas.
Celebra con Confitería Blanco la Tradición Cántabra
El Día de Todos los Santos es una oportunidad para celebrar la vida y la memoria de los seres queridos, y en Confitería Blanco nos enorgullece ser parte de estas festividades, ofreciendo dulces que son verdaderas obras maestras. Deja que la autenticidad y la calidad de Confitería Blanco añadan un toque especial a cada bocado, creando recuerdos que perdurarán en el tiempo.